Las conclusiones de un estudio publicado en la revista
Psychoneuroendocrinology son claras y destacan que la extraversión no
solo nos hace sentir mejor, sino que mejora la salud.
Para
llegar a esta conclusión, un equipo de investigadores de la Universidad
de Nottingham (Reino Unido) y de la Universidad de California en Los
Angeles (UCLA) analizó en 121 adultos sanos (86 mujeres y 35
hombres) los cinco rasgos típicos de personalidad (apertura,
responsabilidad, amabilidad, inestabilidad emocional y extroversión).
Para ello, emplearon chips de ADN de alta sensibilidad, que analizaron el ADN
a fin de qué conocer qué rasgos de personalidad estaban relacionados
con la expresión de ciertos genes que pueden afectar a nuestra salud
mediante el control de la actividad de nuestro sistema inmunológico.
Las
personas con rasgos más extrovertidos tenían un mejor funcionamiento
del sistema inmunológico y por lo tanto, tenían mejor salud y enfermaban
menos. De hecho, presentaban un sistema inmune más eficaz que
las personas con cualquier otro rasgo de personalidad (incluidas las
responsables).
Según Kavita Vedhara, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nottingham: "Nuestros resultados indican que la extroversión se
asoció significativamente con un aumento en la expresión de genes
proinflamatorios y que la conciencia se relaciona con una reducción de
expresión de genes pro-inflamatorios. (...) En otras palabras, los extrovertidos parecen tener un sistema inmunológico que puede tratar con eficacia una infección.
Si bien las personas cautelosas son las que pueden estar menos
expuestas a las infecciones, debido a su conciencia, tienen sistemas
inmunes que puedan responder con menos eficacia.