Un estudio del Journal of
Psychiatric and Mental Health Nursing señala que la actividad física mejora la
salud física y mental; sin embargo, los investigadores aclaran que cuando una
persona está enferma debe de evitar ejercitarse al menos, en un periodo de 24
horas. Los científicos de Georgia State University, revelan un listado de situaciones en las que
no se recomienda hacer ejercicio , estas son algunas de ellas:
Tener fiebre:
Hacer trabajar al cuerpo cuando
tienes temperatura es delicado porque corres el riesgo de tener agravar alguna
enfermedad.
Estar agotada:
Cuando te sientas fatigada y sin
fuerzas, lo mejor es que desistas de hacer ejercicio, de lo contrario, tu
presión sanguínea podrá desestabilizarse y podrías estar en riesgo de sufrir un
desmayo.
Sufrir dolor de espalda:
Tal vez te exigiste demasiado al
ejercitarte y ahora sientas dolor en esta zona del cuerpo. Lo más recomendable
es que reposes de 1 a 2 días para evitar lesiones cervicales.
Padecer asma:
De acuerdo con la Biblioteca
Nacional de Medicina de los Estados Unidos, algunas veces la actividad física
desencadena Asma Inducida por el Ejercicio (AIE). Los síntomas son tos,
sibilancias, una sensación de opresión en el pecho o falta de aliento. La mayoría
de las veces desaparecen al dejar el ejercicio.
Enfermedad estomacal:
Si tienes diarrea o vómito es
mejor esperar hasta que te sientas mejor. Estos dos trastornos pueden derivar
en la pérdida de líquidos y deshidratación.
Además, el sudor agravará aún más la situación porque hace latir más
rápido el corazón.
Cuida tu salud evita estas
situaciones en las que no se recomienda hacer ejercicio. Piensa que es sólo
cuestión de días suspenderlo y cuando lo retomes, hazlo paulatinamente.
Recuerda: más vale prevenir que lamentar.
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