El síndrome metabólico se produce cuando una persona presenta un número de enfermedades caracterizadas por desórdenes metabólicos. En resumen es un grupo de cuadros que aumentan las probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus.
Factores de riesgo. Si una persona presenta tres de estos factores, se le puede diagnosticar el Síndrome Metabólico. Se pueden resumir en cinco:
– Hipertensión arterial.
– Hiperglicemia: exceso de glucosa en la sangre.
– Alto nivel de triglicéridos en la sangre.
– Bajos niveles de colesterol bueno.
– Obesidad: exceso de grasa alrededor de la cintura.
Se relaciona principalmente con la resistencia a la insulina, es decir, cuando el cuerpo requiere de más insulina de lo normal para funcionar correctamente y conservar los niveles de glicemia dentro los rangos establecidos.
Pese a que también inciden factores como la edad y antecedentes familiares, se ha establecido que la mala alimentación y la falta de ejercicio son sus principales causantes.
Diagnóstico. Se establece a través de un examen clínico. En él se trata de verificar la existencia de manchas oscuras en la piel, a nivel del cuello y los pliegues axilares umbilicales-abdominales. También se mide el diámetro de la cintura para establecer la cantidad de grasa abdominal.
Tratamiento. Lo primero que se debe hacer es cambiar el estilo de vida. Modificar la dieta: disminuir la ingesta de grasas saturadas o de origen animal junto con los azúcares, y aumentar el consumo de frutas y verduras. Y realizar ejercicio físico, con el objetivo de bajar de peso y reducir el índice de masa corporal.
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